jueves, 11 de noviembre de 2010

Litoral del Sureste


EN EL SURESTE DE GRAN CANARIA.

El litoral del Sureste de Gran canaria, situado al este de la isla de Gran Canaria, alberga considerables valores naturales, tanto de carácter biológico o ecológico, como geológicos, etnográficos y paisajísticos. La presencia de estos valores ha hecho que este espacio haya sido protegido en diferentes momentos y por distintas figuras de protección.

Ya en el año 1989, científicos de la Universidad de La Laguna propusieron la creación de una Reserva Marina en esta zona, debido a la presencia de importantes comunidades biológicas que se encontraban en un buen estado de conservación. Posteriormente muchos trabajos de investigación han resaltado los valores biológicos del litoral de Arinaga, proponiendo en su caso la creación de la figura de Reserva Marina, con el nombre de Reserva Marina de Gando-Arinaga. Sin embargo, a pesar de los múltiples estudios realizados en el área con el fin de conseguir su protección, en la actualidad la zona no ha sido declarada Reserva Marina. Por otra parte, este litoral está declarado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), con el código ES7010053, denominado “Playa del Cabrón”, con una superficie de 836 hectáreas en el medio marino. El motivo de la declaración es la presencia del hábitat comunitario denominado “Bancos de arena cubiertos permanentemente por agua marina poco profunda” con el código 1110. En Canarias este hábitat se ha interpretado como el hábitat de las praderas de fanerógamas marinas de Cymodocea nodosa, conocidas popularmente como “sebadales”. La figura de protección ambiental denominada LIC deriva de la Directiva Europea 92/43/CEE, de 21 de mayo, (DIRECTIVA HÁBITAT), relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres. Recientemente, la nueva Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad (Ley 42/2007, de 13 de diciembre), equipara la figura de LIC a la de espacio natural protegido, debiendo pasar los espacios declarados como LIC a espacios ZEC (Zonas de Especial Conservación), debiendo elaborarse y aprobarse un Plan de Gestión para cada uno de ellos. En el caso de los LIC de Playa del Cabrón, Punta de la Sal y Arinaga estos documentos no se ha elaborado ni aprobado.

El litoral del sureste de Gran Canaria desde la Bahía de Gando pasando por la localidad de Arinaga y la zona de Pozo Izquierdo es recortado y rocoso en su gran mayoría, lo que conforma una gran variedad de hábitats sometidos a diferentes condiciones oceanográficas. A lo largo de esta franja alternan las playas arenosas o de cantos, con rasas intermareales y zonas encharcadas. Los fondos rocosos descienden abruptamente formando acantilados, cornisas, túneles o arcos y cuevas submarinas hasta el lecho arenoso a 15-20 metros de profundidad. Entre las comunidades biológicas interesantes destacan: los poblamientos de suspensívoros (comunidades de gorgonias y gerardias), las comunidades de algas fotófilas (Cystoseira spp. y Sargassum spp.) que alcanzan aquí ciertas extensiones. Las comunidades de blanquizal, dominadas por el erizo Diadema aff. antillarum, las comunidades esciáfilas, formadas por organismos que habitan en las múltiples cuevas, oquedades y extraplomos que salpican estos fondos, comunidades de veriles y bajas, como las del veril del cabrón y las Roque de Arinaga. Por último, las comunidades de sebadal, donde aparecen los sebadales del Cabrón y sebadales de Risco Verde, Arinaga y algunos más localizados en la zona de Pozo Izquierdo. Los inventarios realizados hasta el momento reflejan que esta costa alberga cientos de especies de algas e invertebrados marinos; siendo más de cien las especies de peces que se han observado. Algunas de estas especies tienen interés para su conservación y están incluidas en el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias, como por ejemplo:



Especie

Nombre común

Categoría

Alsidium corallinum
-
V
Cystoseira abies-marina
-
V
Sargassum filipéndula
-
I
Sargassum vulgare
-
I
Cymodocea nodosa
Seba
S
Charonia lampas
Busio
V
Charonia variegata
Busio
V
Haliotis c. canariensis
Almeja canaria
V
Phallium granulatum
Yelmo estriado
V
Asterina gibbosa
Estrella capitán
V
Marthasterias glacialis
Estrella de mar picuda
V
Gaidropsarus guttatus
Brota de tierra
V
Hippocampus ramulosus
Caballito de mar
V
Lepadogaster zebrina
Chupa sangre
V
Caretta caretta
Tortuga boba
E
Chelonia mydas
Tortuga verde
E


En el caso de los peces, hay que destacar la presencia de numerosas especies de interés pesquero: meros, abades, bocinegros, chopas, sargos, morenas, dentones, salmonetes, viejas, etc. Que además alcanzan en esta zonas tallas considerables que no se observan en otros sectores de la isla. La conservación de este patrimonio natural se debe en parte a la visita que realizan diariamente multitud de buceadores, algunos mediante centros de buceo turístico, clubes de buceo o simplemente buceadores locales. Efectivamente, en la zona denominada Veril del Cabrón y en el sector de Punta de La Sal y en Pozo Izquierdo se encuentran varios de los mejores puntos de inmersión de la isla, del archipiélago canario y de España. Al cabo del año, son miles los buceadores que acuden a esta zona para admirar la belleza de sus paisajes submarinos y la vida marina que los habita. Recientemente, la Universidad de Las Palmas ha estimado que solo la industria turística de buceo que visita Arinaga genera un negocio de alrededor de una media que oscila entre los 6 y 7 millones de euros anuales, esto sin contar los buceadores locales y los de clubes. Los centros de buceo turísticos, señalan que son numerosos los turistas de buceo que vuelven año tras año para bucear sobre todo en El Cabrón y en algunas zonas aisladas de Pozo Izquierdo.

Sin embargo, toda esta riqueza biológica y turística se encuentra seriamente amenazada, debido a los pescadores submarinos furtivos que acuden periódicamente atraídos por los recursos pesqueros existentes. También determinadas embarcaciones pesqueras profesionales visitan, cada vez con mayor frecuencia, la zona para realizar determinadas modalidades de pesca. Algunas de ellas en zonas muy someras, donde habitan los alevines y juveniles de muchas especies que no deben ser capturados y utilizando artes dañinas para los fondos. También la pesca de recreo con cana desde la orilla se ha intensificado recientemente. En los fondos se localizan cada vez con mayor frecuencia aparejos de pesca (jiggin, surf-casting, curricán, etc.) destinados a las capturas de peces. En la isla de Gran Canaria no existe ninguna zona acotada, restringida o prohibida para el ejercicio de pesca, tanto recreativa como profesional. Tan solo la pesca submarina tiene restricciones zonales en la isla. Fruto de la presión pesquera y marisquera, cada vez mayor, casi todos los fondos marinos de esta isla están degradados, existiendo una sobreexplotación de los recursos pesqueros y marisqueros. Estos fondos están convertidos en blanquizales y las especies pesqueras se han enrarecido y desaparecido en muchas zonas, mientras que en otras las tallas que se observan son muy pequeñas. Estas amenazas, fueron puestas de manifiesto en el seminario científico REPESCAN (Recursos Pesqueros de Canarias) celebrado en noviembre de 2008 en Las palmas de Gran Canaria y promovido por la Viceconsejería de Pesca del Gobierno de Canarias, y donde diversos científicos de las islas abordaron el análisis del estado de los recursos pesqueros. En este contexto de degradación de recursos pesqueros, es lógico que tanto los pescadores profesionales como deportivos pongan su vista en las pocas zonas que todavía albergan ciertos recursos demersales litorales, como El Cabrón-Arinaga, Bahía de Formas, Pozo Izquierdo o Sardina del Norte. Zonas donde, si existen estos recursos, es gracias a que los buceadores  han denunciado las pescas ilegales que se realizan. En el caso de Arinaga-El Cabrón y Pozo Izquierdo, al margen de la conservación  de los recursos, cuestión que de por sí es importante, la desaparición de los mismos pone en peligro la industria turística de buceo, que genera recursos económicos y cientos de puestos de trabajo en la isla de Gran Canaria.

Aunque según algunos expertos de la Universidad de Las Palmas, el sector de Arinaga y Pozo Izquierdo no alberga una biomasa pesquera importante, si es cierto que alberga unos recursos pesqueros importantes desde un punto de vista genético. Los ejemplares de tallas grandes de las especies pesqueras, como meros y abades, albergan en su genoma una diversidad genética, que está gravemente amenazada por la sobrepesca. Teniendo en cuenta este nivel de biodiversidad, parece lógico que, al menos, el sector comprendido entre la Punta de La Sal y Risco Verde, el Roque de Arinaga, incluyendo Bahía de Formas y Pozo Izquierdo sea objeto de medidas de protección. Estas medidas de protección pueden ser la creación de una figura nueva de protección pesquera y marisquera, tal como Reserva Marina de Interés Genético o Reserva de Biodiversidad Marina, aprovechando la tramitación de la nueva Ley de Pesca, en donde el objetivo principal sea impedir la extracción de cualquier recurso marino vivo. Se crearía así una zona que serviría para conservar el patrimonio natural a nivel de recursos genéticos de cara al futuro. Esto sería factible porque se trata de un pequeño porcentaje del litoral de la isla de Gran Canaria, mientras que los pescadores, tanto profesionales como deportivos, podrían continuar pescando en el resto de la isla. Esta medida de protección debería ir acompañada de una intensa campaña de educación ambiental para el colectivo de pescadores, explicándoles las ventajas que tendría para ellos en el futuro, ya que actuaría como zona de exportación de biomasa pesquera hacia el exterior. Por otro lado, se contribuiría a la conservación y mejora de la industria turística de buceo; y a la creación de varios puestos de trabajo relacionados con  la vigilancia y la creación de una oficina de gestión del espacio (a la que tanto las empresas de buceo como los buceadores locales podrían contribuir).

La administración pesquera es la competente para desarrollar y establecer esta figura de protección por ser la competente en materia de gestión y conservación de recursos pesqueros y marisqueros. No obstante, la existencia del LIC marino implica también a la administración medioambiental que debe desarrollar el Plan de Gestión, el cual debería ir encaminado hacia la consecución de los objetivos antes señalados. En cualquier caso, la situación ideal sería la colaboración de varias administraciones implicadas (pesca, medio ambiente, turismo) para conseguir que el sector de Arinaga-Risco Verde y Pozo Izquierdo sea un referente en la conservación marina y un ejemplo de gestión para el resto del archipiélago. Por último, debe instarse a las distintas administraciones para que promuevan la protección de esta zona del litoral de Gran Canaria.

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