martes, 28 de febrero de 2012

Elittoral investiga el impacto de los residuos de las desaladoras en el mar.


Una empresa canaria, Elittoral, investiga el impacto que tienen los residuos que vierten las desaladoras en el mar que rodea al archipiélago.
Esta consultora lleva a cabo desde hace dos años, en el Sureste de Gran Canaria, varios proyectos relacionados con la desalación de agua y con la influencia que tiene esta actividad en el medioambiente, explica en una entrevista a Efe una de las promotoras de este proyecto, Rosana Álvarez.
El proceso de desalación de agua marina, cada vez más recurrente en Canarias, genera un residuo llamado salmuera, un tipo de líquido denso, hipersalino y de elevada temperatura que no se mezcla fácilmente con el resto del agua, sino que se va hacia el fondo del océano, añade la estudiosa.
"Estamos intentando ver cuál es el impacto sobre distintas comunidades biológicas y ver si hay alguna forma para que el vertido genere un menor impacto en el medio", manifiesta Álvarez, galardonada recientemente con el Premio de Innovación Empresarial de CajaCanarias.
Otro de los estudios que esta consultora marina lleva a cabo, consiste en determinar cuál es la manera de verter menos nociva para el medio marítimo y costero, que en Canarias suele hacerse desde la propia costa y no a través de emisarios en profundidad.
Aunque aún no tienen conclusiones definitivas, sí se han percatado que la disolución que se genera al verter en la propia playa es bastante grande, lo que significa que los residuos y el mar se mezclan con facilidad disminuyendo los posibles efectos negativos que puedan causar los primeros.
En esta línea, Rosana Álvarez y su equipo preparan otro proyecto que defina exactamente en qué zonas de Canarias es menos nocivo verter y con qué mecanismos.
Para ello, han hecho un primer vertido en el Sureste de Gran Canaria de la salmuera teñida con un tinte rojo llamado rodamina, para ver cómo y hacia dónde se mueve el residuo.
Los primeros vertidos parecen indicar que la desaladora está ubicada de forma idónea para que la disolución sea muy alta y no se pegue al fondo de forma estática y generando, por tanto, más impacto, según sostiene la investigadora.
Elittoral tiene la intención de trasladar este experimento al resto del archipiélago y coger plantas desaladoras piloto e intentar estudiar cuál es la mejor forma de verter en cada zona de la isla.
Esta empresa cuenta con la colaboración de la Mancomunidad del Sureste de Gran Canaria, formada por los municipios de Agüimes, Ingenio y Santa Lucía, y del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) para poder realizar sus estudios.

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